Dos décadas de ejercicio periodístico ininterrumpido, han sido necesarias para establecer que el nombre Judith Leclerc, sea sinónimo de ética, objetividad y lucha social en favor de los desposeídos.
A pesar de haber atravesado por uno de los momentos más tristes de su vida cuando se marchó de NCDN, sigue firme con su espacio “Mil Historias” a través de Digital 15. Este cambio no sólo le ha traído armonía y esperanza, sino, también se refleja en su semblante: “Vivir paz espiritual te hace ver radiante, me considero muy bendecida”.
Judith sostiene que no ha tenido ningún acercamiento con Nuria Piera, pese que ésta última lo intentó. “En mi corazón no hay rencor. Al contrario fue una bendición, papá Dios pone en tú camino lo que te conviene. Mi ciclo en CDN se cumplió, ahora estoy muy feliz en Digital 15 y Telemicro Internacional”, dejando en el pasado escándalo que suscitó su salida del canal 37.
Aunque se ha convertido en una de las personalidades más queridas de la televisión, por hacer un programa con temas reales y humanos. Subrayó que su mayor logro con “Mil Historia” ha sido: “Conectar con el corazón de la gente”, continuó diciendo: “Yo quiero una empresa grande donde haya un fábrica de historias lindas de gente resolviendo la vida de otros, ese es mi sueño”.
Algo que también tiene muy claro, es que para aportar no es necesario tener un puesto político: “¡Política jamás! Si llego a la política no duraría ni un solo día soy muy transparente”. Añadió, que su madre fue su inspiración para hacer un periodismo enfocado a lo social.
Indicó encontrarse en uno de los momentos más felices de su vida familiar, algo mucho mejor que tener dinero o fama: "No quiero fama, para qué sirve en este país, que no sea para problemas, yo solo quiero trabajar tranquila".
Dentro de la gran maleta de sueños y aspiraciones que aún tiene por cumplir se encuentra hacer una maestría en negocios y seguir calando en el corazón del pueblo: “Me había costado mucho entender que la TV es un negocio, me he vuelto una vendedora en estos tres anos que llevo con mi proyecto”.
“Mil Historias” ha sido nominado en tres ocasiones a los premios Soberano, en el renglón “Programa de investigación”, ante esto Judith, nos dice: “Ese premio llegará cuando Dios y Acroarte crean que deba llegar, no quiero premio que no me corresponda, o que el pueblo lo cuestione. Cuando yo reciba mi premio es porque Dios así lo querrá y el pueblo lo celebrará”.
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