Escrito por: Ruben Peralta (Cocalecas)
Cuando terminé de ver esta nueva película de José Pintor,
realmente hablando del resultado cinematográfico, me sentí muy triste y algo
decepcionado, y siendo honesto, no tenía ganas de escribir acerca de “Sanky
Panky 2”, pero me anime y quise contar algo.
Alguien hace un tiempo me dijo, que digan lo que digan, no existe
la llamada industria del cine dominicano. Por más leyes, grandes estudios,
cantidad de películas, etc. etc. etc., las propuestas siguen siendo de baja
calidad en cuanto al contenido de las mismas, y que además, las llamadas
películas, son en realidad “proyectos cinematográficos” donde se junta un grupo
de personalidades famosas, se les da un papelito, dice par de chistes, la gente
se ríe, el público llena las salas y se hace una masiva y fuerte publicidad.
Todo esto para cubrir una cuota de personas llevadas a las salas, es decir,
llevar un numero X de personas para poder cubrir los costos de filmación y
tener ganancias. Algo muy fácil luego de la nueva ley de cine. ¡Pero carajo! Y
lo que se cuenta, ¿qué? ¿Y la esencia del cine?
No digo que este mal llenar las salas, al contrario, es
excelente para crear las bases de trabajo y de una industria fuerte. Unas salas
llenas de público fomenta a que se haga más cine, a que las distribuidoras
puedan seguir apoyando, a que todo el esfuerzo de lo que es filmar una película
y luego promocionarla, valga la pena. Pero hasta cuando seguirán ofreciendo las
mismas comedias burdas y carentes de gracia o por lo menos, de contar UNA
historia, una simple, común y dominicana historia.
En esta ocasión, entremezclados con unos musicales metidos
para llenar metraje y decir “mira, ahí sale Milly y Elvis Martínez”, un
personaje infantil que no se sabía de donde salía realmente (o solo fue para
darle protagonismo al hijo del director), un horrible e impuesto “product
placement” y unas situaciones realmente inexplicables, llegan de nuevo parte de
los personajes de la muy divertida primera parte de esta “Sanky Panky 2”.
En realidad digo que la primera parte fue divertida porque
lo fue, o mejor dicho, lo es. Una película simple, con un trasfondo social,
bien contada, con momentos y situaciones agradables y unos personajes muy
simpáticos. No digo que es la mejor película, pero en su momento fue una
película que funcionó. Todo lo opuesto a esta secuela.
¿Por qué complicarse, colocando a más de 10 personajes en
una sola historia, agregándole a esto más de 4 subtramas, añadiendo situaciones
nada graciosas y como si fuera poco, personajes y situaciones disparatadas?
La mayoría de las actuaciones caen en lo mismo de su
predecesora, no se ve una evolución en ninguno de los personajes, incluyendo
los nuevos.
Pero, algo de rescatar de esta nueva propuesta es el nivel
técnico de la cinta. La dirección de fotografía de Elías Acosta, aunque a veces
se repetía, está más que correcta. La mezcla de sonidos y el diseño de
producción dan la cara por el contenido de la misma.
Pueden llenar salas, pueden decir que es mejor que la
primera, pueden decir lo que quieran, pero para mí, “Sanky Panky 2” es otro
encargo del montón que simplemente fue concebida para hacer dinero y que todo
el mundo detrás de ella, este feliz.
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