4 nov 2013

Escrito por: Ruben Peralta (Cocalecas)











Cuando terminé de ver esta nueva película de José Pintor, realmente hablando del resultado cinematográfico, me sentí muy triste y algo decepcionado, y siendo honesto, no tenía ganas de escribir acerca de “Sanky Panky 2”, pero me anime y quise contar algo.

Alguien hace un tiempo me dijo, que digan lo que digan, no existe la llamada industria del cine dominicano. Por más leyes, grandes estudios, cantidad de películas, etc. etc. etc., las propuestas siguen siendo de baja calidad en cuanto al contenido de las mismas, y que además, las llamadas películas, son en realidad “proyectos cinematográficos” donde se junta un grupo de personalidades famosas, se les da un papelito, dice par de chistes, la gente se ríe, el público llena las salas y se hace una masiva y fuerte publicidad. Todo esto para cubrir una cuota de personas llevadas a las salas, es decir, llevar un numero X de personas para poder cubrir los costos de filmación y tener ganancias. Algo muy fácil luego de la nueva ley de cine. ¡Pero carajo! Y lo que se cuenta, ¿qué? ¿Y la esencia del cine?

No digo que este mal llenar las salas, al contrario, es excelente para crear las bases de trabajo y de una industria fuerte. Unas salas llenas de público fomenta a que se haga más cine, a que las distribuidoras puedan seguir apoyando, a que todo el esfuerzo de lo que es filmar una película y luego promocionarla, valga la pena. Pero hasta cuando seguirán ofreciendo las mismas comedias burdas y carentes de gracia o por lo menos, de contar UNA historia, una simple, común y dominicana historia.

En esta ocasión, entremezclados con unos musicales metidos para llenar metraje y decir “mira, ahí sale Milly y Elvis Martínez”, un personaje infantil que no se sabía de donde salía realmente (o solo fue para darle protagonismo al hijo del director), un horrible e impuesto “product placement” y unas situaciones realmente inexplicables, llegan de nuevo parte de los personajes de la muy divertida primera parte de esta “Sanky Panky 2”.

En realidad digo que la primera parte fue divertida porque lo fue, o mejor dicho, lo es. Una película simple, con un trasfondo social, bien contada, con momentos y situaciones agradables y unos personajes muy simpáticos. No digo que es la mejor película, pero en su momento fue una película que funcionó. Todo lo opuesto a esta secuela.

¿Por qué complicarse, colocando a más de 10 personajes en una sola historia, agregándole a esto más de 4 subtramas, añadiendo situaciones nada graciosas y como si fuera poco, personajes y situaciones disparatadas?

La mayoría de las actuaciones caen en lo mismo de su predecesora, no se ve una evolución en ninguno de los personajes, incluyendo los nuevos.

Pero, algo de rescatar de esta nueva propuesta es el nivel técnico de la cinta. La dirección de fotografía de Elías Acosta, aunque a veces se repetía, está más que correcta. La mezcla de sonidos y el diseño de producción dan la cara por el contenido de la misma.


Pueden llenar salas, pueden decir que es mejor que la primera, pueden decir lo que quieran, pero para mí, “Sanky Panky 2” es otro encargo del montón que simplemente fue concebida para hacer dinero y que todo el mundo detrás de ella, este feliz.

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