15 jul 2013

Escrito por: Ruben Peralta (Cocalecas.net)



Con una premisa arrolladora y más que interesante, el director dominicano de cine (no el director de cine dominicano), José María Cabral, se arriesga a contarnos una historia de viajes en el tiempo, robos de bancos, secuestros y algunas paradojas. El resultado de esta mezcla es “Arroba”.

Vamos a ser honestos, estamos con un prejuicio impresionante con las películas dominicanas y más cuando vemos comedias. Yo estoy harto de ellas. Pero siempre y cuando nos presenten la comedia dentro de un universo nuevo, tendrán un punto a favor, al menos conmigo.

“Arroba” resulta ser el trabajo audiovisual más flojo hasta la fecha de Cabral, con una historia con muchas pretensiones, tantas que logra perderse dentro de su universo mismo. Carece de credibilidad en puesta en escena y es ahí el fallo a mi parecer de esta nueva película.

Pedro, Samuel y Pilón están desesperados. Uno de ellos está divorciado y pasándolas muy mal con su ex-esposa. El otro es un científico fracasado que debe de mentir para hacer creer de su éxito, mientras que el tercero está desesperado y ansioso por tener dinero y dinero fácil. Entre todo esto, se encuentran frente a la situación económica actual. Juntos, deciden robar un banco, un banco donde las situaciones poco creíbles dan a lugar su génesis. Creo que lo que hace la comedia un medio de entretenimiento no es lo que dices o lo que haces, es lo que ocurre dentro de una situación. La situación en la comedia es lo primordial. “Arroba” carece de estas situaciones.

Es bien cierto que sus actores son comediantes más que probados, principalmente el caso del cómico cubano Alexis Valdez, quien se lleva la mejor parte en cuanto a diálogos y situaciones (no digo que sean nulas, pero para ser comedia, tiene muy pocas), tal vez creadas de su pluma, ya que viene directamente del mundo de la comedia y tiene años de formaciones dentro de esta. Kenny, Irving y Hony se llevan la peor parte en el renglón de actuaciones. Personajes con un desarrollo poco creíble y con poco carisma, algo fatal para el género.

El guion es algo confuso. Las escenas, acciones y diálogos carecen de la credibilidad que debe de tener una historia de ciencia ficción. No debe ser real, pero si creíble y tal vez he aquí el mayor pecado de esta película. Secuencias exageradas y de más, le restan a lo poco creíble de lo contado,  pero en el sinsentido encuentra su leitmotiv. Tal vez porque el guionista es su mismo realizador, solo tal vez.

Algo a reconocer son los aspectos técnicos. Como dije, José María se arriesga. Persecuciones, primeros planos, planos imposibles… este rejuego de la dirección de fotografía nos ofrece cosas diferentes a lo acostumbrado del cine local. Mis respetos en este ámbito.

Algo que lo debemos poner en observación es la producción de arte, ya que dentro de la película resulta algo inestable. De momentos está muy bien, de momentos se ve barata y “hecha por hacer”. Pareciera que se hiciera por “salir del paso” como en buen dominicano, específicamente cuando se hacían recreaciones de época y dentro de las partes desarrolladas en el futuro.

En resumen, no me gusto “Arroba”. Creo que no deja de ser un gran intento, intento que bien puede ser superado. Creo y respeto el trabajo del director Cabral y de su equipo, pero no considero que este sea el Cenit de su carrera como director. Tal vez, en modo de sugerencia, podría adaptar guiones de otros autores, o quién sabe si podría producir algún trabajo de un nuevo director, que como el, podría ofrecer cosas nuevas a nuestro cine.


No quiero cerrar esta opinión sin mencionar la sensibilidad de algunos directores del patio hacia la crítica dominicana. Me consta que ninguno de los críticos del país odia el cine local. Al contrario, les puedo asegurar a TODOS los directores de cine, que es todo lo opuesto. Pero cuando algo NO funciona dentro del standard de lo que se conoce como cine, se debe decir. Nadie se gana la vida escribiendo de cine o “acabando” con una película dominicana, menos alabándola. Pido por favor, respeto ante todo, y créanme, que cuando alguno de mis compañeros críticos se los falte a ustedes, yo seré el primero que esté en contra de eso. Pero para dar ese respeto deben de ganarlo ofreciendo el mismo. Todo es hasta un día y “nunca he visto a  otro hombre con otro en la boca”. La falta de respeto no es tolerable a nadie, de ambas vías. 



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